Social Media en la situación política venezolana. Caso: Instituciones educativas

La situación política venezolana ha estado en constante agitación desde principios del año 2014. Con movimientos masivos iniciados por los estudiantes el 4 de febrero en el estado Táchira y que se extendieron desde el 12 de ese mismo mes al resto de Venezuela reuniéndose en un movimiento llamado La Salida, acompañados por diversos grupos que hacen vida en la sociedad, a la fecha han dejado un saldo que supera los 40 muertos y cientos de heridos, así como 109 privados de libertad, 230 de los cuales son menores de edad, según datos de la ONG Foro Penal Venezolano. 

De acuerdo al Diccionario de Oxford, Social Media puede definirse como: “sitios web y aplicaciones que permiten a los usuarios crear y compartir contenido o participar en redes sociales”. Basándonos en esta definición podemos decir que las instituciones educativas en Venezuela han utilizado el Social Media para hacer relaciones sociales con sus alumnos y la comunidad que les rodea.

Instituciones educativas venezolanas
Las instituciones educativas venezolanas han decidido incursionar en los medios sociales, abriendo sus espacios en redes como: Twitter, Facebook o Linkedin.

Las redes sociales les han ayudado a mantenerse en contacto con sus estudiantes, en momentos de contingencia, esta es la única forma de mantener contacto.

Así lo expresa Grissel Montiel, Coordinadora de redes sociales y Gestora de Comunidades virtuales de la Dirección General de Comunicación de La Universidad del  Zulia (LUZ), docente en la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacin (Urbe), Universidad de Los Andes (ULA) y la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA). Por ser una universidad pública, su entorno está en constante movimiento producto de las actividades gremiales o estudiantiles. El protocolo de comunicación en situaciones de emergencia ya está definido. Es por ello que La Salida no los tomó por sorpresa; “los protagonistas de estas protestas son jóvenes que no se comunican a través de medios tradicionales, sino que utilizan las herramientas digitales” enfatiza Montiel.

Desde que LUZ abrió sus espacios en las comunidades virtuales, estas se han convertido en canales oficiales de difusión de noticias, no solo para la comunidad universitaria sino para los marabinos; Montiel expresa: “la credibilidad es lo que se ha acentuado en estos últimos años, que ahora en estas protestas se potencia porque hay más incertidumbre”.

En el mes de marzo, el 70% de la comunidad que hace vida en los espacios virtuales de LUZ, no quería tener clases, instaban a la suspensión pues expresaban que las condiciones no estaban dadas: GNB violaba autonomía universitaria entrando a los espacios de forma violenta, la seguridad no estaba garantizada, para mayo el sentimiento era de resignación; querían que las actividades volvieran a la normalidad.

El caso de las instituciones privadas no fue muy diferente en cuanto a reacción de la comunidad que manejan, Rebeca Cequea, periodista y Coordinadora de Comunicaciones y Relaciones Púbicas del Centro Venezolano Americano del Zulia (Cevaz) ha trabajado con las institución desde hace tres años, expresa que la situación ocurrida en febrero de 2014 podría ser comparada, en cuanto a interactividad de la comunidad, con la muerte del expresidente Hugo Chávez.

Al igual que lo expresado por Montiel, Cequea coincide que la incertidumbre era el sentimiento manejado en su comunidad en las redes sociales, los estudiantes querían saber si había clases y cómo la institución garantizaría su seguridad. La suspensión de clases trajo consigo reprogramación que fue difundida a través de estas redes. La inmediatez de las redes sociales en estas situaciones es fundamental.

Cequea expresa que la lección que le dejaron estas propuestas fue crear protocolos de emergencia en contextos políticos, protocolo que fue elaborado por todo el equipo de comunicaciones de la institución.

A diferencia de la comunidad manejada en las redes sociales de LUZ, el mes más atípico para la comunidad del Cevaz fue febrero, los estudiantes pedían suspensión de clases. Para mayo, se identificaba el sentimiento apatía o depresión; los estudiantes querían clases para terminar sus cursos.

El uso de redes sociales en situaciones de coyunturas políticas se ha vuelto práctica común a escala mundial, no solo para expresar apoyo o disidencia, sino también para organizar reuniones o encuentros entre las partes involucradas. Su uso a pesar de parecer fácil, es delicado, es importante que los usuarios manejen adecuadamente las herramientas para no crear ni difundir matrices de opinión erróneas que solo ayuden ampliar el caos o la confusión. En esto, las instituciones educativas tienen una tarea clave, dar espacio a la diversidad de pensamiento, en un marco de la equidad y la institucionalidad, aprovechando el gran alcance que tienen sus mensajes pueden ayudar a la sociedad en la que se desenvuelven a crear su propio criterio del contexto que se vive y a la larga tomar las decisiones adecuadas que vayan en beneficio del país.

Los fragmentos de las entrevistas están disponibles en nuestro perfil en Soundcloud.

Mónica Correa

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