Shift, de Hugh Howey


     Si Wool, el primer libro de la saga de los silos, nos sumergía en la asfixiante vida dentro las estructuras cilíndricas que, en el universo narrativo de Hugh Howey, han servido para asegurar la supervivencia de la especie humana, Shift nos muestra los eventos que condujeron al nacimiento de los terribles hábitats, y la pesadilla de la maquinaria humana responsable de mantenerlos andando. Shift toma el camino riesgoso de mostrarnos personajes moralmente ambiguos, cuyas intenciones comprendemos en muchos casos pero no compartimos, y cuyos métodos son decididamente nefastos. El libro, en cierta forma, se comporta como una especie de testimonio ficticio sobre un experimento de ingeniería social (sociobiológica, incluso, ¿por qué no?), mucho más oscuro que su antecesor, ahondando en el contexto originario del claustrofóbico mundo subterráneo, expandiendo notablemente las posibilidades narrativas para el eventual desenlace. Howey logra, de manera brillante, utilizar el mismo germen de Wool, llevándolo a un terreno distinto, y plantea la siguiente pregunta: ¿Qué o quién nos da el derecho de jugar con el destino de miles de millones de personas, si tenemos el poder y los medios para hacerlo, incluso si es para un "fin majestuoso"? 

     Aunque el ritmo narrativo parece, en primera instancia, más irregular que el de Wool, Howey es capaz de inyectarle la cadencia apropiada a todos los puntos de la historia, alcanzando un elegante balance expresivo. En última instancia, el gran acierto de Shift, además de mostrarnos la complejidad de las decisiones y los motivos que han conducido a la existencia de este espantoso mundo cilíndrico, es el haber hecho la dinámica ya establecida en Wool mucho más rica, planteando escenarios morales de implicaciones infinitamente más ásperas que las plasmadas en el primer libro de la saga, haciendo la historia más asfixiante aún, en ciertos aspectos. Y, si las pistas hasta ahora obtenidas señalan el aparente camino que conducirá al final de la trilogía, entonces será tremendamente complejo y rico. Wool ya se perfilaba como un clásico de la literatura distópica: ahora, la casi inevitable trascendencia de la saga descansará, enormemente, en la angustiante riqueza psicológica de Shift. Veamos cómo termina la historia en el capítulo final, Dust. 

Ricardo Cárdenas
@kidentropia 

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