Sesión solemne en homenaje al Dr. Adolfo Pons

La Academia de Historia del estado Zulia


Invita a la:
Sesión solemne en homenaje al Dr. Adolfo Pons en el centenario de su natalicio (1914 - 2014)

Orador de Orden: Dr. Ernesto García Mac Gregor
Individuo de Número - Sillón XXII


Fecha: Lunes 19 de mayo de 2014
Hora: 6:00 p.m.
Lugar: Auditorio "Marcel Roche" del Instituto de Investigaciones Clínicas "Dr. Américo Negrette" - Calle 65, Facultad de Medicina (al lado del Hospital Universitario)






Fuente: Dr. Édixon Ochoa

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Dust, de Hugh Howey

[Muy ligeros spoilers de la trilogía Silo]


Más allá de la apasionante especulación sobre ingeniería social planteada a lo largo de la trilogía de los silos de Hugh Howey; más allá del destino totalmente inesperado de varios de los personajes; más allá de las respuestas definitivas a muchos de los misterios, y de las dudas que aún quedan flotando respecto a otros, existe una pregunta que sirve de núcleo filosófico al drama planteado en Dust: ¿Qué sacrificios deben asumir los líderes, quiéranlo o no, como conductores de las sociedades? La más notable victoria de este capítulo final reside en llevar a Jules, la protagonista, a situaciones extremas, a momentos de duda despiadada, casi paralizante, a puntos de quiebre imposible, para salir de ellos fortalecida, quizá abatida por momentos, pero a la larga triunfal y, sobre todo, convertida en magnífica guía para el nuevo mundo. 

El problema con historias como Wool es que, luego de la presentación de un mundo tan rico en detalles y en personajes que se sienten tan reales a pesar de las circunstancias kafkianas, y, más aún, luego de mostrar atisbos de misterios tan portentosos, cuando el final se acerca es difícil cerrar la historia de manera que haga justicia al universo creado. En este caso, el final ha sido más que respetuoso del mundo propuesto: sobre todo con sus personajes y, qué duda cabe, en especial con Jules, una de las más emblemáticas heroínas de la ciencia ficción contemporánea, de una profundidad y complejidad narrativa enorme a pesar de encontrarse inmersa en tal absurdo entorno, gracias entre otras razones al impecable balance entre los momentos de triunfo eufórico y los episodios de terrible incertidumbre a los que se ve sometida mientras busca desesperadamente un futuro para su gente. 

Los temas planteados en las dos primeras partes de la trilogía han sido resueltos de manera más que elegante, en su mayoría; quizá hubiese gustado un poco más de exploración de algunos de los elementos técnicos más intrincados del mundo de los silos, pero era comprensible y, más aún, deseable, que el foco recayese sobre los personajes: en ese sentido, Dust ha sido un triunfo total. 

Las grandes historias, sean épicas o íntimas, estén basadas en hechos reales o sean producto de la más salvaje imaginación, abarquen generaciones o estén centradas en unos pocos días en la vida de algún personaje, son aquellas que permanecen en la mente del lector; son aquéllas que, incluso meses o años después de haber concluido su lectura, hacen que nos preguntemos: “¿Qué estará haciendo tal o cual personaje?” o, “¿Justo ahora, qué estará pasando en tal lugar?”, como si añorásemos a algún amigo ausente o cierto país visitado, sin importar que se trate de seres ficticios o sitios irreales. Dust y, sobre todo, la trilogía de los silos, lo logran maravillosamente bien; más aún, fiel al espíritu esencial de su propuesta narrativa, sigue generando preguntas y sugiriendo respuestas ante cuestiones de extrema complejidad a las que no sería extraño haya de enfrentarse la humanidad en un futuro, de una forma u otra. Es, en fin, el cierre esencialmente impecable que merecía la pasmosa fantasía claustrofóbica de los silos.   

Ricardo Cárdenas
@kidentropia 

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